">

jueves, julio 31, 2014

Tengo ganas de acostarme sobre tu panza.

Pensé.

Que podíamos mirar hacia el mismo lado juntos.

Que podíamos mirarnos sin que alguno de los dos perdiera foco.

                                           Sin que uno de los dos bajara la mirada para reír nervioso.

Que podíamos ser primos por las calles.
                                    Frente a la familia.
                                 Frente a los amigos.
                                      Frente a aquéllos.

Que podíamos discutir por nimiedades y después mofarnos del asunto y comer tacos desfachatadamente mientras veíamos una película más estúpida que la razón de nuestra discusión.

Que caminaríamos por el departamento en silencio sin ser dos extraños.

Que íbamos a leer cada quien  su libro por las noches. O por las tardes los fines de semana.

Que cada cosa que nos sorprendiera en el día íbamos a querer llegar a contárnoslo por la noche.

Que lloraríamos juntos en una película. O bueno... nada mas yo. Mientras tu me apapachas.

Que esto no iba a tener que escribirlo.