Ultimamente se me ha preguntado que qué hago con mi libertad:
Nada más porque el teclado no es de papel, y estas letras no son de tinta, y yo lloro pero no tengo lágrimas, si no esto ya estaría empapado de mi dolor, y dificil de poder ser leido.
Fuiste ejemplo, inspiración, consuelo, sugerencia, apoyo, paño de lágrimas, pero sobre todo mi hermano. Me ayudaste a entender muchas cosas de este mundo que es de por si dificil de entender. Y ahora, este llanto que tengo en este instante, ya no puedes sosegarlo. Ni puedo explicartelo. Pero creeme que mas allá de toda religión espero que algún tipo de energía, de vibra, alguna señal de mi hacia ti o de ti hacia mi se sienta, para saber y consolarme de que algo mas allá de esta vida existe para estar.
Con la muerte termina o comienza algo? Solo tu lo sabes.
Descansa mi querido Coley, aca nosotros te estamos extrañando, te pensamos a cada minuto y nos preguntamos que fue de ti en tus ultimos momentos lúcido, ya que no se sabe con seguridad. Sucedió el lunes 12 de noviembre y yo me vine a enterar hasta el jueves 15. Pero fuera de todo esto yo te pido que descanses, que yo acá en la vida me encargo de llorarte y de sufrir tu partida. No me importa que me digan que lo tome con calma, no me importa que me digan que hay que resignarse, no me importa que me den infinitas palabras de consuelo, no me importa que digan que uno llora porque pobrecito de mi porque ya no tengo al ser querido mas que por la muerte del ser querido. Yo te lloro porque no puedo hacer nada mas que recordar desde el dia en que te conocí, hasta el ultimo dia en que te vi.
Te nos fuiste sin previo avizo y es una gran lastima, y una enorme e irreparable pérdida.
Yo lo se.
Augusto Coley Segura Castillo
...hermano querido...