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domingo, marzo 28, 2010

Rojo

De esas cosas que cuando reparas en ellas dices: ay no maaames, yo y mis mamadas….
He sufrido como tres robos en el carro hace un par de años. Me han forzado la chapa de la cajuela y metieron ganzua en la puerta del pasajero delantero para abrirlo. En las tres ocasiones se llevaron algunos de mis preciados cd’s, y poco a poco me he ido dando cuenta de qué material se han ido llevando. Así he perdido mi preciado OST de The pink panther, el doble de Mellon Collie and the Infinite Sadness (del cual me di cuenta hace como 5 dias) entre otros, de los cuales solo me queda la cajita de plástico y el folletín. Total que perdí la pista de qué tengo aún y qué ya no.
En mi colección está el CD de Madonna You can Dance, que es una compilación de tracks de varios álbumes pero remezclados. Recuerdo que el maldito álbum me costó un guevo para encontrarlo y cuando lo hice me costó el otro para pagarlo (obvio que la expresión es retórica). Era cassette. Que luego compré en CD porque uno y otro tienen tracklist diferente, no me pregunten por qué, yo tampoco lo sé. En uno de mis cumples Ricardo llegó con un regalo y oh sorpresa!! Era el CD de Madonna You can dance!! El rojo!!! El mismo que ya tenía en cassette y en CD ¬¬.
Sucedieron los robos, el cassete quien sabe donde quedó, uno de los dos cd’s rojos se lo regalé a mi hermana, y así quedó el asunto. Un día en la tienda de discos veo: Madonna You can dance (el rojo): 76 pesitos. Viene.
Llego a mi casa lo coloco en el estante en donde tengo los Cd’s de Madonna y chaaaaaaaaaaaaaaaaaleeeee allí estaban los otros dos CD’s rojos de Madonna……………. Esos nunca se los robaron. Ahora tengo tres cd’s rojos que por cierto ya cuestan 69 pesos y yo en mi adolescencia sufriendo por comprar el pinche cassette que me salió en casi 300 pesotes!!!!
Hablando de rojo.
Un día en el hospital mientras me aplicaban quimioterapias, por la leucemia que tuve; dado que mis plaquetas y demás células sanguíneas estaban muy bajas, los doctores deciden aplicarme un paquete globular (o sea una bolsa de sangre pues) para nivelar el conteo de mis células.
La enfermera lo montó en el tripié que estaba puesto en el lado de la cama que daba a la ventana del cuarto, y no del lado de la puerta, lo conectó a la vía que yo tenía canalizada a través del catéter subclavio. Pero noté que ella no lo había purgado bien, según yo. Tenía unas burbujitas de aire que si entraban en mis venas resultaba peligroso. Asi que cuando se fue, yo, el sabelotodo, me paré y decidí purgarlo. Presionar sobre la manguerita no funcionaba así que intenté darle golpes con el dedo, pero tampoco desapareció la amenaza de embolia. Yo había visto que en esos casos lo que hacían era desconectar la bolsa de suero y voltearla y eliminar el aire de las mangueras. Pero esta era una bolsa de sangre. Así que me levanto de la cama, cierro la llave de paso del catéter, desmonto la bolsa del tripié y la safo de la manguera. WooooooooooooooooooopS!!!!!!!!!!!!!!! No supe controlar la bolsa y en cosa de segundos había un charco y paredes salpicadas de sangre…
Rápido monté de nuevo el numerito a como estaba pero sin abrir la vía. Y en ese instante entra la enfermera a preguntar: todo bien juaaaan? Por si me había hecho reacción la transfusión de sangre, y yo acostadito: si, gracias. Cuando se fue me levanté rápido al baño por el rollo de papel y como pude limpié la sangre y las salpicadas. El papel lo tiré al baño. Y jamás nadie se enteró. Hasta que lo conté a alguien claro.
El crimen perfecto muajajajajaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa… eso que.

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